Últimamente he estado pensando mucho en universos paralelos. No me refiero a ellos dentro de una definición física o científica ni nada por el estilo, sino como escenarios que pudieron haber pasado, posibilidades perdidas o por ganar. Me he dado cuenta de que vivo permanentemente en la búsqueda de universos.
Y estoy CANSADO de vivir inmerso en ellos.
Sobretodo, porque a pesar de no ser reales, afectan demasiado mi presente.
¿Qué hubiera pasado si nunca me hubiera ido a Londres? Ese es uno típico.
Probablemente hubiera seguido en la universidad, detestado el régimen trimestral y continuado con la delegación del modelo de las Naciones Unidas. Me gusta pensar que hubiera tenido bastante éxito en el modelo, hubiera hecho nuevos amigos y hubiera conocido Boston. En el trabajo, seguramente me hubiera mantenido una posición más interesante que en la que estoy ahora. Quizás me hubieran invitado al Rep-meeting, quizás no. Mi historia con Mariana Martín quizás hubiera terminado de otra manera. Estaría ahora con mis amigos. Estaría seguro.
Pero también estaría muy desgastado; Caracas me extenuaba con sus frenetismos. Venezuela me pesaría, mucho más de lo que me pesa ahora -a pesar de todo.
Y de manera abrupta, se interrumpen mis especulaciones.
Así me encuentro acelerado, con el corazón latiendo fuerte y aceleradamente, frustrado, desilusionado, nostálgico...completamente afectado por una cadena de ideas. Afectado por mi propia mente.
Lo mismo pasa cuando me escapo hacia otros sitios. A aquellos que todavía mi vida no se ha acercado. Aquellos que todavía tienen un pequeño potencial de hacerse realidad.
Besarte. Ser amado.
Ser exitoso. Demostrar lo que valgo en mi trabajo. Crear conflicto. Tener poder. Volver a mis padres y darles todo lo que ellos me han dado a mi. Emprender las carreras que nunca me he atrevido a realizar.
Pero vuelvo otra vez a la tierra molesto, porque tengo un profundo sentimiento de que la mayoría no podrían ser realidad. Por miedo.
Esto es soñar despierto. No se por qué quise ponerle otro nombre.
Sueño con tener un rol protagónico. ¿No se supone que ya lo debería tener en la realidad?
No se por qué, sin razón, me siento desatendido. Ignorado. Poco reconocido. Poco valorado.
Siendo yo mi propio enemigo. Mi ego, el más temido de todos.
¿Lo querré vencer, o es que me gusta este sentimiento?
Me guste o no, me dispongo a vencerlo.